La parcela rectangular orientada con su lado largo hacia el noreste, consta de 4.685m2. Está situado entre una importante vía de acceso a Vila-real y una escuela, y tiene un aparcamiento subterráneo pre-existente con las salidas y la ventilación. La propuesta presenta una perspectiva sencilla de planta baja y primera, que integra estos volúmenes, se adapta a la estructura preexistente, propone un espacio público en la escuela y define la alineación urbana a lo largo de la avenida.
Se realizó una reinterpretación de la cultura mediterránea de alta tecnología producida en Vila-real en el campo de la cerámica. Por lo tanto el elemento de mayor presencia en la ciudad, y la fachada se construye, con la colaboración de Butech y construido por Natucer, como una cortina de cerámica única, innovadora y, al mismo tiempo enraizada en la tradición de las cortinas elaboradas de madera que existían en muchos pueblos y ciudades del Mediterráneo, ofreciendo filtros agradables para el sol en los espacios intermedios con gran calidad térmica y lumínica.
Las barras de acero pretensado están recubiertas con los granos de cerámica, 52 mm de diámetro, 1 m de altura y 19 cm entre centros. El sistema se fija con dos ángulos de 90 mm en los bordes de los vuelos, y se preparó para un pasamanos que asegura cada tubo de 3 m. El espacio intermedio es un filtro de ventilación térmica, así como un amortiguador acústico y visual con la ciudad. Las partes opacas de la fachada están cubiertas con placas de metal que tienen una pequeña ondulación relacionada con el grano de la cortina. El interior está pintado de ladrillo cerámico de división. La cerámica también está presente en el pavimento a través del uso de piezas de cerámica que están engranados y incrustada en la cultura mediterránea del mosaico.
La biblioteca se convierte en la imagen cultural, dinámica e innovadora de la sociedad y sector cerámico de Vila-real, a través de los sistemas implementados, especialmente a través del uso de la cerámica.
